No firmar el parte amistoso. El error más común cuand...

Imagina que un coche se salta un ceda el paso mientras tú circulas con tu moto. Debes realizar una frenada que te desestabiliza y terminas cayendo al suelo. El conductor del coche coopera, os intercambiáis teléfonos y matrícula, pero no firmáis el parte amistoso. El error más común cuando se tiene un accidente de tráfico. Confías en la buena voluntad del otro conductor, no hay testigos, ni agentes de Policía, y nos encontramos ante la sorpresa de que el seguro no reconoce la culpa del coche días después porque su propietario niega los hechos tal y como son.

Guía de Accidentes de tráfico

Me he caído de la moto sin llegar a chocar con nadie para evitar el accidente.

Estamos habituados a entender que los accidentes de tráfico dependen siempre de la colisión entre dos vehículos. Pero la realidad es que también debemos incluir los atropellos, las salidas de la calzada, o cualquier otra circunstancia en la que resulte herido o haya daños materiales producidos por la falta de diligencia o la infracción del conductor de un vehículo, sin necesidad de que haya choque alguno.

En otro de nuestros artículo hablamos de los accidentes por alcance, y la importancia de respetar la distancia de seguridad. Aún con todas las precauciones, siguen dándose excepciones en las que poco se podía hacer. Recurrentemente, nos encontramos con casos desagradables en los que, por falta de información, los atestados son insuficientes para demostrar la culpabilidad o no en un siniestro.

Imagina que un coche se salta un ceda el paso mientras tú circulas con tu moto. Debes realizar una frenada que te desestabiliza y terminas cayendo al suelo. El conductor del coche coopera, os intercambiáis teléfonos y matrícula, pero no firmáis el parte amistoso. El error más común cuando se tiene un accidente de tráfico. Confías en la buena voluntad del otro conductor, no hay testigos, ni agentes de Policía, y nos encontramos ante la sorpresa de que el seguro no reconoce la culpa del coche días después porque su propietario niega los hechos tal y como son.

Cómo podemos evitar esto: realizando el parte amistoso, buscando testigo y llamando a Policía Municipal.

Es fundamental que encuentres testigos, incluso que invoques la parte emocional de cualquiera que pueda haber visto algo para que en caso de que no se personen indicativos de Policía o Guardia Civil, haya alguien que pueda declarar a cerca de lo hechos.

Cuantos más mejor. También nos hemos encontrado casos en los que los testigos que han prestado declaración solo han visto de soslayo el accidente y declaran en contra del motorista pese a ser el gravemente lesionado, por el prejuicio que algunos conductores tienen sobre nosotros, expresando cosas tales como: “es normal que ocurran estas cosas porque los motoristas van como van”.

Lo más importante en estos casos sin colisión, es demostrar el nexo causal, es decir, que existe relación directa e inmediata entre el resultado del accidente y su naturaleza. Si el conductor A se salta un ceda el paso sin llegar a chocar pero para esquivarle pierdes el control o caes al suelo, es responsable de los resultados lesivos que se pudieran producir.

Las aseguradoras presentan muchas reticencias en situaciones como estas, ya que la evidencia y la biomecánica del siniestro son mas difícilmente demostrables, por eso debe quedar la maxima constancia. Sobretodo en aquellos siniestros en los que se producen lesiones cervicales Sin embargo, podemos acudir a sentencias que reconocen la relación entre por ejemplo un frenazo brusco y una lesión (Sentencia Penal Nº 343/2020 de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Debemos atender también a otro concepto conocido como culpa concurrente. En ocasiones, puede ocurrir que la responsabilidad sea compartida, y que concurran la negligencia de un conductor y la falta de diligencia del lesionado, que contribuye a que se produzca un daño. Por lo tanto se modera y comparte la responsabilidad sobre el siniestro. Un ejemplo manido es que las aseguradoras demuestren que el lesionado no llevaba el cinturón de seguridad o iba a una velocidad excesiva, pudiendo disminuir la indemnización hasta en un 75%.

Volver al Blog
Ver vídeo promocional

Qué opinan los clientes